Historia e Introducción del Apostolado.

 

Palabras de la Madre Teresa de Calcuta sobre EL APOSTOLADO DE LA SANTA MATERNIDAD:

“Habiendo leído porciones del libro, puedo ver lo bien escrito que está, fiel a las enseñanzas de nuestra madre, La Iglesia, y como provee una autentica espiritualidad con respecto a lo que significa ser una madre en el mundo actual. Madre Teresa. MC

 

INTRODUCCIÓN.

 

  1. Historia.

 

Fue a petición del Padre Michael Scanlan. T.O.R. Presidente de Franciscan University of  Steubenville. Que empecé un proceso de investigación de una serie de supuestas visiones sobrenaturales que estaban tomando lugar dentro de los Estados Unidos. Visiones que, si autenticas, tendrán un impacto profundo y mundial sobre la naturaleza de una de las más sublimes vocaciones del espectro humano: la vocación de la maternidad Cristiana.

 

Recibí un manuscrito de aproximadamente ochenta páginas escritas a máquina, el cual contenía mensajes que fueron transmitidos a través de un numero de supuestas visiones.

Estas Visiones tuvieron lugar entre los meses de febrero y agosto de 1987(lo cual coincidió con la primera mitad del año Mariano decretado por el Papa Juan Pablo II). El manuscrito había sido enviado al padre Scalan por el actual director espiritual y confesor de la persona que reporta haber recibido estas visiones. El director espiritual solicitó que se hiciese un estudio teológico de los mensajes y fenómenos concurrentes, para verificar que nada en su contenido fuese de ninguna manera contrario a la fe y la moral enseñadas por el magisterio de la Iglesia.

Las visiones consistieron principalmente en apariciones de Jesucristo y de la Santísima Virgen María. La visiones iniciales de Jesús fueron principalmente  bajo la apariencia del niño Jesús, con la expresa intención de manifestar la ternura del amor de Jesús, al igual que fomentar un renovado respeto por la dignidad y el valor de los niños en esta trágica era actual del aborto y del abuso y la negligencia infantil, tanto de índole física como espiritual. La vidente describe al niño Jesús  siendo muy jovencito, entre al año y medio y los dos años de edad. Vestía una túnica grisácea o blanquecina, y algunas veces llevando puesta una corona. La vidente describió la voz del niño Jesús siendo “dulce pero con autoridad; cuando El hablaba,  yo inmediatamente hacía aquellas cosas que Él había pedido, por que El hablaba con gran autoridad.

La Santísima Virgen María normalmente aparecía con el niño Jesús, sosteniéndolo en sus brazos, y usualmente revelaba un mensaje que serviría para introducir, concluir o simplemente complementar el mensaje revelado por el niño Jesús. La Santísima Virgen aparecía con diversas vestimentas, a veces con un velo blanco sobre la cabeza que cruzaba sus hombros, a veces llevando puesta una corona o en una imagen tradicional de la Virgen, como sería Nuestra Señora del Carmen o la Virgen de los Dolores.

En las visiones posteriores, Nuestro Señor y la Santísima Virgen, aparecen mayormente  bajo las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús  y del Inmaculado Corazón de María. La vidente ha notado que aún cuando Nuestro Señor apareció como adulto en su imagen del Sagrado Corazón, su dulzura se manifestaba grandemente: “Aún cuando estaba amonestando, lo hacía con la mayor dulzura”.

 

Las visiones específicas registradas del 8 de febrero de 1987 al 11 de agosto de 1987, constituyen el cuerpo de los mensajes que han de comprender tanto este libro como el movimiento espiritual que de ellos proceden, “El Apostolado de la Santa Maternidad en Familias Católicas” el cual discutiremos en mayor detalle en breve. Estas visiones principales han sido precedidas por unas pocas visiones preliminares en la última mitad de 1986 y la primera mitad de 19187, las cuales presentan al Señor en su estado glorificado, Nuestro Señor en su Pasión, La Santísima Virgen con su Inmaculado Corazón Expuesto, al igual que visiones de diversas Santas que son conocidas por su profunda pureza: Santa Catalina de Siena, Santa Ana, y Santa Clara de Asís. Aunque la vidente ha experimentado diversas visiones desde el periodo de febrero a agosto de 1987, ella tiene la certeza de que solo estos mensajes, dados durante este periodo de aproximadamente siete meses, han sido destinados de manera específica por Nuestro Señor y por la Santísima Virgen para dar comienzo al movimiento espiritual y silencioso del “Apostolado de la Santa Maternidad en Familias Católicas”.

 

II. La Vidente: “Mariamante”

 

La persona que recibe las visiones y los mensajes yuxtapuestos a ellas, cuyo fin es la restauración y la santificación de la vocación de la santa maternidad es, de manera muy apropiada, una madre. La vidente es una joven madre en sus treintas, con tres niños, cuyas respectivas edades, cuando las visiones tuvieron lugar, eran siete, tres y uno. El que la vidente sea una joven madre lleva en sí una gran significado con respecto a la naturaleza de los mensajes pues, en un momento dado en que la vidente se preguntaba porque tantas de sus preguntas personales  y de sus dificultades estaban siendo contestadas a través de estos mensajes, la Santísima Virgen le respondió: “Esto se debe a que deseo hablarle a otras madres a través de ti y de tus experiencias de la vida diaria”.

Para proteger el estado de vida de la vidente como madre de niños pequeños, la Santísima Virgen le aseguró a la vidente que su identidad personal permanecería confidencial. Cualquiera que esté familiarizado con la tremenda cruz que acompaña a la gracia de ser escogido para recibir una revelación privada, puede ver lo apropiado que es evitarle a una joven madre esta responsabilidad pública. Es particularmente apropiado cuando el propósito de la revelación es precisamente  la santificación de la maternidad y de la familia cristiana “desde dentro”. Por esta razón, cuando nos refiramos a esta madre vidente en el texto, usaremos el titulo “Mariamante” el cual en latín significa “amante de María”.

Durante una extensa entrevista con Mariamante en su hogar, información pertinente a lo que concierne a su historial religioso y su crianza se obtuvo. Ella había recibido a nivel personal de poca a ninguna educación teológica o religiosa en la fe Católica. Nació dentro del seno de una familia Católica  cuya práctica religiosa o fervor era promedio, limitada principalmente asistir a Misa los domingos. La vidente no había asistido a colegios Católicos durante su crianza y su educación religiosa se había limitado a clases de catequesis. La única formación o educación religiosa que Mariamante recibió de adulta fue durante el breve noviciado que precedió su entrada a la Tercera Orden Franciscana para laicos. Aquí también, su educación teológica no puede considerarse formal, no puede siquiera empezar a reflejar el nivel de profundo conocimiento teológico y pastoral contenido en los mensajes que han sido revelados. Ha de hacerse notar, además, que desde el momento en que empezaron estas supuestas revelaciones, en un intento por proteger la pureza de la transmisión de lo que estaba tomando lugar de manera personal en su vida espiritual, su director espiritual le prohibió a Mariamante, con gran sabiduría, leer cualquier otro escrito sobre revelaciones privadas, contemporáneas o de cualquier tipo, al igual que escritos místicos clásicos.

En general, Mariamante lucía tener mucha paz durante nuestra entrevista, aunque seria, lo cual se entiende, dada la naturaleza del tema que se estaba discutiendo. Fue interrumpida varias veces por sus niños pero tal y como es su costumbre como se ve reflejada en el manuscrito, ella se excusaba pacientemente para atender a las necesidades de los niños y luego regresaba con fija atención a nuestra entrevista, en su intento por dar la más exacta y precisa  respuesta posible al interminable y ubicuo interrogatorio. Exteriormente, Mariamante parece vivir una vida domestica ordinaria, como esposa y madre cristiana; pero también es una vida impregnada de manera encarnada de una caridad y una humildad que se ven manifestadas en la manera en que los muchos y pequeños deberes de su vida parecen ser realizados para Dios, por amor a Dios. Información específica sobre Mariamante está contenida en el prefacio escrito por su director espiritual.

 

III. El Mensaje: Apostolado de la Santa Maternidad en las Familias Católicas.

 

 

A medida en que los mensajes empezaron a ser transmitidos durante las visiones, La Santísima Virgen le instruyo a Mariamante: “Escribe esto”. Mariamante pregunto “¿Ahora?”, y La Santísima Virgen respondió: “Si Ahora”. Los mensajes fueron anotados palabra por palabra, en un momento dado, La Santísima Virgen le instruyo a Mariamante que escribiera en taquigrafía (una habilidad que adquirió previamente). Por tanto, los mensajes de ninguna manera son un resumen o una paráfrasis de las Palabras de Jesús y de María, más bien constituyen un registro exacto de los mensajes, tal y como fueron comunicados.

El corazón de los mensajes y, en verdad, el propósito global de las visiones, fue revelado el 25 de marzo de 1987, la fiesta de la Anunciación. Esta fiesta que celebra la sublimidad de la maternidad de la maternidad de la Santísima Virgen María, en su propio don maternal al darle naturaleza humana a la Palabra hecha Carne, presenta la mas apropiada fiesta litúrgica posible para la revelación de un Apostolado de la Santa Maternidad, un movimiento espiritual que se espera toque a las Familias Católicas en los “confines de la tierra”. El siguiente extracto de un mensaje del Niño Jesús y de la Santísima Virgen del 25 de Marzo:

 

“Es necesario que copies los detalles del siguiente discurso de manera exacta, pues servirá de base para los principios del apostolado de la maternidad del que hemos hablado del pasado. Ha de ser nombrado en honor a mi Madre, la Reyna del Cielo y Tierra, la Madre de Dios, y se llamará el Apostolado de la Santa Maternidad en Familias Católicas. Este Apostolado será aprobado por el Santo Padre y será promulgado entre las familias de mi Iglesia en los confines de la tierra. Hará mucho bien y ayudará grandemente a detener la marea del mal que está destrozando a tantas familias hoy en día”.

 

La visión procede a especificar tres principios básicos que han de seguir los miembros del Apostolado de la Santa Maternidad. Comentarios sobre estos tres principios básicos son parte de un resumen general del mensaje y del movimiento de la Santa Maternidad, que compuso Mariamante bajo santa obediencia y a mandato de su director espiritual, quien así se lo pidió para su propio entendimiento.1 A continuación aparece el resumen en su forma original:

 

El corazón del Mensaje y Puntos Principales del Apostolado de la Santa Maternidad

 

©      Un Apostolado de madres consagradas a la Madre de Dios para la Gloria de Dios.

©      Seguimiento de la Voluntad Divina en sus Vidas.

©      Oración contemplativa.

©      Adoración Eucarística.

©      Practica de pureza evangélica.

©      Devoción al Niño Jesús, estima y aprecio por los niños.

©      Devoción a la Sagrada Familia, transmisión de la fe a sus hijos.

©      Rosario Diario de 15 decenas.

©      Uso del Escapulario y de la insignia del Sagrado Corazón.

©      Intensa vida Sacramental, Confesión y Comunión frecuente.

©      Devoción al Sagrado e Inmaculado Corazón.

©      Practica de los Nueve Primeros Viernes y los Cinco Primeros Sábados, en reparación por los pecados.

©      Devoción al deber.

©      Fidelidad al Santo Padre, al Magisterio y a todas las enseñanzas de la Iglesia (tanto en fe como en moral)

©      Poner en práctica todas las enseñanzas morales de la iglesia.

©      Oraciones por la pureza del mundo.

©      Oraciones por la mitigación del sufrimiento de niños inocentes en el mundo.

©      Oraciones por los Sacerdotes.

 

Un apostolado de madres llamadas a glorificar a Dios y a seguir  la Voluntad Divina en sus vidas, que estén consagradas a la Madre de Dios y que practiquen la oración contemplativa y fidelidad al deber en una muestra de santidad ejemplar.

 

 

  1. En el transcurso de nuestras conversaciones, Mariamante mencionó que es difícil para ella escribir cualquier cosa concerniente a las visiones por medio de descripción o explicación, salvo cuando se lo instruye su director espiritual en el confesionario bajo santa obediencia. Bajo estas condiciones las palabras parecen fluirle y le es posible recordar y apuntar detalles y contenido bajo un cierto grado de inspiración. Este resumen del mensaje y del corazón del movimiento de la Santa Maternidad fue compuesto bajo las condiciones que se acaban de mencionar.

 

El Corazón del Movimiento

 

Los tres principios básicos del Apostolado de la Santa Maternidad (Anunciados el 25 de marzo de 1987, durante una visión del Niño Jesús y de Nuestra Santísima Madre):

 

  1. 1.      “…habrán de dedicar todo su tiempo, energía y recursos, incluyendo sus propios seres, a la mayor gloria de Dios y al seguimiento de la Voluntad Divina en sus vidas;
  2. 2.      “(ellas) han de estar consagradas a Mi Santísima Madre bajo el titulo de Madre de Dios”;
  3. 3.      “(ellas) han de buscar cumplir con sus deberes diarios, es decir, como madres y esposas, en una muestra de ejemplar santidad, buscando vivir la vida contemplativa en sus hogares…”

 

Este es un camino de perfección para aquellas que estén llamadas a la sublime vocación de la maternidad.

Dios desea que la sublimidad de esta vocación sea ensalzada, la maternidad habiendo sido exaltada ya por la Segunda Persona de La Santísima Trinidad, por la presencia de Jesucristo en la Sagrada Familia y en el Vientre de la Santísima Virgen, enfatizando también la gran dignidad de los niños. El desea que esta exaltación sea conocida en nuestros días y en este momento de la historia.

Dios es omnipotente y desea transformar por medio de Su Divina Gracia, a aquellos a quienes El llama a este movimiento, el Apostolado de la Santa Maternidad, a un mayor grado de santidad a través de la práctica de la oración contemplativa en el hogar, y a transformarlos en retratos de su Santa Madre a través de la imitación de sus virtudes y de los dones del Espíritu Santo y por medio de la consagración a ella bajo el título de “Madre de Dios”.

Para poder hacer esto, El derramará Sus Gracias sobre aquellas almas que así se consagren y sean receptivas, y les dará Su Espíritu Santo en abundancia. Gracias extraordinarias les son prometidas a las miembros de este Apostolado.

Los mensajes contienen los aspectos más necesarios para la vida interior, conteniendo de manera virtual un catecismo de la vida espiritual y una senda espiritual que es aplicable a este estado de vida, la maternidad, la vocación universal (Esa vocación por la cual a todos nos es dada la vida). Particular énfasis le es dada a la virtud de la pureza, tan necesaria en la actualidad, y a la cual Nuestra Señora se refiere como “Pureza Evangélica”. Exaltando las virtudes de La Santísima Virgen y comunicando por medio de la gracia estas mismas virtudes a los miembros de su Apostolado, este movimiento está destinado a jugar un importante papel en el Triunfo de su Inmaculado Corazón, lo cual fue predicho en Fátima y en la renovación de la faz de la tierra por parte de Dios.

 

Este es un movimiento espiritual más que una organización. Los mensajes inspirarán a aquéllos a quienes Nuestro Señor y La Santísima Madre deseen, y les ayudará a abrir sus corazones para recibir las gracias extraordinarias que serán necesarias para realizar este, Su plan Divino.

Uno de los mayores frutos del movimiento será un nuevo aprecio y una nueva estima por los niños y por la persona de Cristo en los niños, particularmente a través de la devoción al Niño Jesús.

La Sagrada Familia habrá de ser el modelo para estas familias.

La Gracias obtenidas por las miembros de este Apostolado ayudarán a mitigar el sufrimiento de niños inocentes por todo el mundo, muchos de los cuales están sufriendo hoy día de negligencia espiritual, al igual que aquellos que sufren de negligencia física. Hay niños que están siendo empobrecidos espiritualmente en el mundo desarrollado por el materialismo y las negligencias espirituales de sus padres. No están recibiendo la Fe de parte de sus padres. Esta es la negligencia más severa, la que roba a los niños de la vida eterna con Dios en el Cielo. Dios en su Bondad ama de manera insondable a cada uno de estos preciosos niños y desea que sean amados por sus padres como “prendas preciosas”, lo cual son, en verdad.

Además de sus propios familiares, Dios les aplicará las gracias por los miembros de este  movimiento a muchos de aquellos a quien El desea tocar en esos momentos.

La devoción Eucarística es enfatizada, También es la recepción frecuente de los sacramentos de la Confesión y de la Santa Comunión, así como el rezo de los quince misterios del Rosario todos los días.

Medios que servirán de ayuda en la oración contemplativa se ofrecen, particularmente devoción al Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón, al igual que a la adoración Eucarística. De los mensajes, particularmente de los discursos del Sagrado Corazón  y muchos de los discursos del Niño Jesús, bien pueden servir como base para la meditación y la oración contemplativa.

Para poder marcar el comienzo del triunfo del Inmaculado Corazón de María, a estas madres y a los miembros de este movimiento se les hará un llamado. En estos momentos, un movimiento de madres en imitación de la Santísima Virgen es necesario para “resistir la marea del mal” y hacer que la santidad florezca en el mundo. Estas madres serán aquéllas que serán llamadas a ser colaboradoras de Nuestra Santísima Madre en la santificación de la familia y del mundo y en la crianza de los niños en la santidad.

Especial énfasis se da a las devociones de los Nueve Primeros Viernes y de los Cinco Primeros Sábados como un medio de reparación por el pecado y de erradicación del mal en el mundo de hoy. Así mismo, se recalca el rezo de un Rosario de quince decenas y el uso de sacramentales, del Escapulario y de la insignia del Sagrado Corazón.

Las Verdades que se Exponen en estos mensajes y la vida dada para la vida interior, están en completa conformidad con las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica.

Mucha de la información dada puede aplicarse a cualquier persona que tome en serio la vida interior, el camino de la perfección y una vida de santidad y no está limitada a madres solamente. De hecho algunos de los mensajes son dirigidos a los Sacerdotes en general. Y se pide orar por ellos.

De esta manera, a través del seguimiento de la Voluntad Divina en sus vidas y en la práctica de la virtud, añadidas a una vida de oración intensa y de adherencia al deber diario, la santificación del individuo, de la familia y del mundo se verá asistida.

Así pues, que los corazones de estas madres, llamadas a esta silenciosa obra apostólica, sean jardines para Nuestro Señor, donde El pueda venir y reposar, de la misma manera en que reposo Su Sagrada Cabeza cerca del Corazón de Su Madre María mientras estuvo en la tierra.

Alabado sea Jesucristo ahora y por siempre. Amén.

En este resumen del mensaje y del movimiento de parte de Mariamante notamos, en primer lugar, que el Apostolado que ha de surgir como resultado de estos mensajes, no ha de ser una organización, sino un movimiento espiritual, un movimiento silencioso de santificación domestica, que tomará lugar a través del humilde y dedicado vivir del mensaje por parte de las madres. Nuevamente, la piedra angular de vivir el mensaje de la Santa Maternidad se encuentra en los tres principios básicos enumerados por Mariamante. En los que se refiere al cumplimiento del segundo principio, “ellas han de estar Consagradas a Mí Santísima Madre bajo el título, “Madre de Dios””, Mariamante recibió bajo inspiración (algo menor que locución interior, pero mayor que un movimiento ordinario del alma), una oración de Consagración a la Madre de Dios que aparece en este libro inmediatamente después del texto de los mensajes. Aunque esta oración de Consagración puede considerarse preferida, ya que parece haber sido dada de manera particular para este apostolado, cualquier forma legítima de consagración Mariana, con la inserción del título “Madre de Dios” parecería cumplir con este segundo principio básico.

La Naturaleza teológica del mensaje presenta tanto una ortodoxia sin ambigüedad, como una completa obediencia al Papa y al Magisterio de la Iglesia. En el mensaje del 24 de Junio de 1987 la Santísima Virgen se refiere al Santo Padre como “la gloriosa corona de mi movimiento, el Papa a quien tanto amo, y aquél al que han de referirse para toda dirección en cuestiones de fe y moral. Denle su lealtad inquebrantable como verdadero representante de mi Hijo en la tierra que es”. La solidez  teológica del mensaje ha sido confirmada por un número de renombrados teólogos Católicos, cuyos pronunciamientos aparecen en las primeras páginas de este libro, así como también por el Nihil Obstat y el Imprimátur, que este libro ha obtenido, como fue pedido de manera específica en el cuerpo de los mensajes.

 

En último análisis, todos los criterios principales para una auténtica revelación privada parecen estar firmemente presentes en el Apostolado de la Santa Maternidad en Familias Católicas. Una vez llegado a este punto de nuestra introducción al Apostolado nuestra pregunta puede que sea semejante a la de Mariamante a medida que estos eventos sobrenaturales empezaron a tomar lugar en su vida: “¿Cómo he de saber que esto viene de ti, Madre?” la respuesta de la Santísima Virgen, a la vez tan sencilla y tan sublime como lo es gran parte de este mensaje y Apostolado, nos trae de nuevo al criterio primero y final de una autentica revelación privada, la verdad del mensaje: “Sabrás que esto viene de mí por la verdad que contiene”.

Encomendemos esta obra a San José, Patrón de todas las Familias Cristianas y designado en el texto como patrón especial de este Apostolado. Que el Apostolado de la Santa Maternidad imite el camino de San José quien, en silencio y obscuridad, en humildad y perseverancia, realizó todo para la gloria de Dios y por la salvación de las almas en su santificada búsqueda y logro de la meta de la vida Cristiana: la perfección del amor en Santidad Cristiana.

 

Mark Miravalle, S.T.D.

Profesor de Teología y Mariología.

Franciscan University of Steubenville.

 

 

 

Declaraciones sobre los Mensajes del Apostolado de la Santa Maternidad por Reconocidos Teólogos Católicos.

 

 

“No podría de manera alguna objetar ninguna posición doctrinal y no he encontrado ninguna falta en esta formulación: por el contrario, todo me parece indicar un ortodoxo y muy necesario estilo de espiritualidad cristiana”

Rev. Michael O´Carrol, C.S.Sp.

Mariologista Internacionalmente Reconocido

Miembro de la Sociedad  Mariológica Internacional.

“La sabiduría practica dada a estas revelaciones del Apostolado de la Santa Maternidad muestra cómo responder al ambiente secularizado dominado por la búsqueda de recreación, la plática innecesaria, los valores de la TV, la terapia de grupo para todo problema: volviéndose al Señor en oración, especialmente el Rosario y en arrepentimiento, a través de la adoración Eucarística y del sacramento de la Confesión, a través de la devoción  a los Corazones de Jesús y de María, de la obediencia a las enseñanzas y autoridad de la Iglesia y en la fidelidad a nuestros deberes diarios”.

Rev. George Kosicki, C.S.B.

Apóstoles de la Misericordia Divina.

 

“La obra no contiene ningún error doctrinal en contra de la fe y la moralidad conforme a las enseñanzas del Magisterio, y ha recibido el Imprimátur a este respecto. La obra manifiesta una profunda espiritualidad Católica de la Maternidad y de la vida de la ´iglesia domestica´ en G general”.

Dr. Mark Miravalle, S.T.D.

Profesor de Teología y Mariología.

Franciscan University of Steubenville.

 

“Siempre obediente al juicio de la Iglesia, en estos mensajes encuentro el llamado de María a la Maternidad Cristiana, refrescante e inspirador”

Rev. Giles Dimock, O.P.

Profesor de Teología en el Angelicum, Roma

y de Holy Apostles Seminary.

 

“Aunque de ninguna manera deseo anteponerme al juicio de la iglesia en cuanto al origen sobrenatural de estos mensajes, no hay duda que su fuerte llamado a la santidad de la vida familiar  y de la maternidad cristina hacen eco al mensaje más puro del Evangelio y se necesita desesperadamente en el mundo de hoy”

Rev. George Montague, S.M.

Profesor de Teología y Escritura.

St. Mary´s University, San Antonio, Texas.

Visiones Preliminares a la Revelación del Apostolado de la Santa Maternidad1

 

1. Nuestro Señor como adulto. Su rostro era bellísimo y se encontraba vestido en ropajes sueltos. Lo vi en la Iglesia Católica de____________ mientras oraba delante de la estatua de nuestra Santísima Madre. Tuve esta visión por lo menos dos veces en diciembre de 1986. Sentí gozo y gran paz a continuación.

 

2. Nuestro Señor ya muerto en la cruz, con su cabeza colgando directamente hacia abajo. Esto fue muy doloroso. Creo que esto también fue en diciembre de 1986. Sucedió también en la Iglesia Católica de___________ mientras oraba en el Santísimo Sacramento.

 

 

3. El rostro de Nuestro Señor muerto, sus rasgos semejantes a los del manto de Turín. Esta visión fue sólo de su Sagrado Rostro. Sucedió en mi hogar mientras oraba delante de la estatua de la Virgen Peregrina de Fátima. Esto, me parece, tuvo algo que ver con el hecho de que el Padre me indicara que no hiciera una acción de gracias después de la Misa en la iglesia, debido al estado en el que me ponía (el que ahora comprendo era éxtasis). Esto por supuesto, él tuvo que hacer porque la gente se estaba alarmando, pensando que me había desmayado, aunque me estaba pasando por haber ido a recibir la Santa Comunión. Esta visión también tomó lugar en diciembre de 1986.

4. Varias visiones de la Santísima Virgen con su Inmaculado Corazón expuesto. Estas fueron en enero de 1987. Durante una de estas visiones, entendí que debía pedirle al Padre que consagrara la fraternidad al Inmaculado Corazón de María. Esto tomo lugar en mi hogar mientras oraba frente a la misma estatua de la Virgen de Fátima.

 

1. Estas Visiones fueron registradas el 18 de febrero de 1987 aunque tomaron lugar antes de esa fecha.

 

5. También tuve varias visiones de diferentes mujeres que estaban vestidas en ropajes variados. Después de tener estas, sentí que debía orarle a ciertos Santos. A veces sé de inmediato quiénes son estos Santos que estoy viendo, y a veces no lo sé, pero eventualmente lo descubro después de repetidas visiones. Las siguientes tomaron lugar en mi hogar y sucedieron en enero y la primera semana de febrero de 1987. Fueron como sigue:

 

6. Sta. Catalina de Siena, vestida de traje medieval, con un velo y un paño blanco que le cubría la cara.

7. Santa Clara de Asís, con un hábito, también con un paño alrededor de la cara y con un material arropado alrededor del cuello, tenía la más noble apariencia, y cuando la vi me dije a mí misma: “Ella ha de ser una abadesa”.

8. Una señora de edad, a quien  vi repetidas veces y que vestía como la  Virgen María. Creo que puede haber sido Sta. Ana, porque después sentí fuertemente que debía orarle esa semana, hasta el punto de consagrarle mi familia a ella y de recitar su letanía. Esto yo nunca lo había hecho antes, pues nunca le había tenido particular devoción antes de que estas visiones empezaran.

9. También me vi a mi misma en una visión, vestida con ropaje antiguo semejante al de la virgen María. De alguna manera entendí que esto quería decir que yo estaba siendo forjada a semejanza de la virgen María2. Esto ocurrió varias veces.

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4 pensamientos sobre “Historia e Introducción del Apostolado.”

  1. ME GUSTARIA QUE EL «APOSTOLADO DE LA SANTA MATERNIDAD» ESTE EN MI PARROQUIA. COMO PUEDO HACERLO?

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